El déficit fiscal de México, que se ha profundizado en los últimos años, refleja las decisiones estratégicas del gobierno, incluyendo inversiones en grandes proyectos de infraestructura y programas sociales, enfatizó el especialista y abogado en derecho constitucional Luis Manuel Pérez de Acha, en entrevista con Mundo Ejecutivo Nuevo León.
En Monterrey, el epicentro de la actividad industrial y económica de México, las corporaciones se enfrentan a retos significativos en un entorno económico volátil. Las empresas deben poner atención ante la situación económica y las finanzas públicas del país y participar de manera proactiva en el debate público sobre las definiciones de los próximos meses y años.
México está atravesando un periodo difícil, marcado por un aumento constante en el déficit fiscal y una escalada en la deuda pública, alcanzando cifras que generan alarma. La brecha en las finanzas públicas es notable, y el tamaño del déficit fiscal es motivo de preocupación. Para este 2024, se prevé un desequilibrio entre ingresos y egresos de 1.8 billones de pesos, equivalente al 5.4% del PIB, que se espera solventar mediante un incremento en el endeudamiento del gobierno federal, estimado en 2 billones.
Este contexto, lejos de ser un simple trasfondo económico, impacta directamente en la dinámica empresarial.
¿Cuál es el objetivo de las modificaciones?
Estas decisiones, aunque destinadas a impulsar el crecimiento y la equidad, han resultado en un aumento significativo de la deuda pública. La preocupación no solo radica en el nivel de endeudamiento, sino también en las implicaciones de sostenibilidad y legalidad de estas acciones. México se encuentra en una trayectoria riesgosa, similar a una bola de nieve, debido a su creciente dependencia de los préstamos, una situación comparable a usar un retiro de cajero automático para pagar deudas de tarjeta de crédito en otro.
Un claro ejemplo es el incremento de las pensiones y subsidios, que para 2024 alcanzarán los 2 billones de pesos, una cifra que iguala el monto del nuevo endeudamiento. Además, se destaca el problema de los intereses y comisiones de la deuda pública, que superarán el 1.2 billón de pesos, representando el 13% del gasto total. Pemex presenta otro desafío con sus pasivos por deuda y proveedores, superando los 3 billones de pesos. Por último, las transferencias federales a estados y municipios ascenderán a 2.5 billones de pesos.
Si quieres conocer la opinión completa de nuestro especialista, Luis Manuel Pérez de Acha, lee el número de marzo.